San Valentín fue un sacerdote cristiano que en el siglo III ejercía en Roma. En esa época gobernaba el emperador Claudio II, que prohibió la celebración de matrimonios jóvenes, porque creía que los guerreros solteros no tenían miedo a la muerte ya que no tenían ni familia ni sucesores. San Valentín, por la rabia, decidió realizar matrimonios en secreto.
El emperador se enteró y se puso furioso, así que lo mandó matar el 14 de febrero. Después de su muerte, la comunidad cristiana empezó a conmemorar su muerte cada año, vistiéndose de rojo por su sangre. Y ahora en nuestros días, musulmanes, cristianos y cualquiera que crea en el amor y la amistad continua celebrando el bello gesto de San Valentín ofreciendo una rosa roja por el Amor y blanca por la Amistad.
Rachad El Manouari
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